TRES COSAS QUE NOS HA ENSEÑADO YA EL CORONAVIRUS
Seguro que la COVID19
nos ha enseñado y nos enseñará muchas cosas
más. Se
publicarán muchos artículos explicándolo
y bien venidos sean. Yo me fijo ahora en estas
tres que me han llamado la atención:
1º.- La
naturaleza es la gran beneficiada.
Lo decía National
Geographic: el planeta es el
primer beneficiario
por el coronavirus. El parón en la actividad
industrial, las autopistas y
las calles
desiertas, los cielos sin aviones, han
limpiado nuestro cielo. En
Madrid, Barcelona, Valencia o
Sevilla,
ha desaparecido “la boina
de contaminación” de su
cielo. Se
respira mejor por todas
partes, ha habido menos
alergias esta primavera. Y la naturaleza ha salido por sus fueros.
Todos hemos
podido ver que
la hierbecita ha salido entre las rendijas de las aceras, que las
palomas y otros animales se
han enseñoreado
de nuestras calles. Y
nos preguntarnos: ¿Estamos
dispuestos a bajar nuestro
consumo de carburantes
contaminantes,
a abandonar las energías fósiles y apostar por las
renovables? Yo lo veo difícil, pero no imposible, a condición de
que la producción y distribución de la energía sea pública, como
estuvo en un tiempo y no esté mayoritariamente en manos privadas.
2º.- Hemos aprendido que lo
primero es
la salud. Todas
las tardes salimos a aplaudir a los
médicos, enfermeras, auxiliares, personal de cocina, lavandería,
limpieza y todo el resto de
personal público etc., que
han estado en primera
línea para cuidarnos.
También a las personas que han cuidado a nuestros mayores en las
Residencias, a las empresas que han construido y mantenido los
hospitales, a las empresa y
trabajadores transportistas y las que
han enterrado a nuestros muertos.
Hemos aprendido que “la
salud y la vida es lo
primero”. ..Pero, para
que esto que decimos no sean solo palabras coyunturales,
no sea algo inútil y pasajero,
debemos proponernos
como objetivo la lucha
contra la enfermedad, contra la pobreza y contra la injusticia.
¿Estamos
dispuestos a que se suban los
impuestos, ante todo, a los que más tienen
y también
a cada uno de nosotros, para
que se invierta más en Salud, en
Dependencia, en Enseñanza?
Que esto
no es un gasto, sino una
inversión para el futuro.
¿Estamos
dispuestos a utilizar
menos el coche, a consumir
menos, a que nuestros
frigoríficos o nuestros
armarios no estén hasta
los topes, a quedarnos más
en casa y viajar menos, a prescindir de
la segunda vivienda? Nos
costará, pero podemos conseguirlo, porque al
aplaudir cada tarde, hemos caído en la cuenta, de que todos los
recortes anteriores que se hicieron en
Sanidad, en las
Residencias de ancianos, en
el sistema de Dependencia,
etc., han sido catastróficos, han causado muchos muertos. Y
sabemos y estamos
dispuestos a que esto no se repita..
3º.-
Hemos
aprendido que somos generosos.
Lo hemos visto en los
carteros
que llevaban gratis a los hospitales de toda España, los
respiradores que fabricaba
SEAT o
en los
taxistas sevillanos que llevaban gratuitamente alimentos a los
inmigrantes de Lepe o a Jose
Maria, un conductor de VTC, por llevar gratis a pacientes del
coronavirus al Hospital Ramón y Cajal de Alcorcón.
Y
lo mas importante es que,
según decían, este trabajo
extra y gratuito que hacían
les era
mas satisfactorio que su
propio
trabajo de todos los días.
Esto nos enseña, en
frase de Manuel
Reyes
Mate, que la gratuito es
mas satisfactorio que lo necesario y obligatorio, que
el valor
de uso gratuito es mas satisfactorio que el valor de cambio de
su trabajo por sueldo… Es
cierto, no hay mal que por bien no venga. Esta pandemia que se podía
haber evitado, al menos nos está enseñando cosas importantes. Y
ésta es una de ellas: que
lo gratuito, la vida y su cuidado, que supone alimentarla, vestirla,
calzarla y tener una
vivienda es lo importante
. Que por ser gratuito,
como el aire, la luz y el agua de la lluvia,
corresponde a
todos, es común a todos. Lo
público y
lo común a nadie puede
negárselo,
porque es de todos. Por ello, quien
dijo por primera vez ‘esto es mio’, era un ladrón,
ya que nadie puede ser feliz, si al lado tiene
a alguien que sufre, que
carece de las necesidades fundamentales. Claro, que esto se
arreglaría con una Renta
Básica universal e incondicional
para todos, mejor que
con un
Ingreso mínimo vital para
unos pocos.
Antonio
Moreno de la Fuente
Sevilla-Comunidades
Cristianas Populares y Asociación Andaluza por una RBU
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